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El Círculo Pacense se fundó en 1892 aunque entonces era el Centro Obrero y estaba en la calle Chapín. Se mudó a su actual sede de la calle Ramón Albarrán en 1910 cuando el conde de la Torre del Fresno les donó este inmueble. En el amplio salón de actos con doble galería volada para los espectadores se vieron las primeras películas de cine mudo y los primeros magos que vinieron a la ciudad a precios populares. Para unos es el cine donde vieron su primera película de niños, para otros una sala picante donde se proyectaban largometrajes pornográficos, o un salón donde había fiestas y bailes, o el mejor lugar para jugar al ajedrez, un refugio para los debates políticos o incluso una cancha de deportes. En 1956 el Centro Obrero pasó a ser Círculo Pacense, sociedad benéfica, recreativa y cultural, y durante toda la posguerra se produjo la rehabilitación de la sede, que fue totalmente expoliada. Llegó a contar con más de 2.000 socios y se decía que `todo Badajoz era `circulista`. A finales de los años 60 los recursos empezaron a decaer por la competencia de cines y discotecas. La empresa de cines Sánchez Ramade se quedó con el local de la sede (su techo es una obra de arte), donde venía funcionando el `Cine Pacense` y reformó el entresuelo. A duras penas siguió hasta mediados de los 80. Después se dijo que la Sánchez Ramade y Cooperativas Pacenses `se fueron sin pagar`, la sociedad perdió su masa social y se quedó con menos de 40 socios. En los 90 el edificio estaba prácticamente en ruinas y existía orden de demolición, hasta hubo intentos de derribo para convertirlo en viviendas y aparcamientos. La sociedad acumulaba una deuda de 60.000 euros. Posteriormente se lograron apoyos oficiales para salvar la sede. El presupuesto, sin embargo, solo llegó para rehabilitar la planta baja de este enorme inmueble que en total cuenta con 2.500 metros cuadrados y tres alturas. A pesar de no estar terminado, los socios lograron la licencia de apertura aunque solo para el bajo con un límite de 250 personas, aunque hay espacio para más de 700. El Círculo volvió a abrir sus puertas con el objetivo de rentabilizar la sala desde el punto de vista cultural, pero también financiero. Ahora esta sociedad con más de 120 años de historia necesita recuperar un edificio que está partido por la mitad, una parte ha sido rehabilitada, pero la otra corre grave peligro.

Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa