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Avenida del Paral·lel, 59. Instalado desde el año 1901 en un cobertizo que quedó prácticamente destruido tras un viento. El Teatro Apolo volvió a construirse y el expediente administrativo del local es un buen ejemplo de la picaresca asociada a la construcción de los teatros del Paral·lel. Promotores los hermanos Manuel y Ricardo Soriano, dos de los grandes emprendedores teatrales de la avenida por aquel entonces, marzo de 1904. Las obras comenzaron y un año más tarde, el 4 de abril de 1905, el Ayuntamiento reconoció que «sin permiso […] el cobertizo que solicitaba construir el Sr. Socias ha resultado destinado a Teatro y se denomina Apolo», remitiéndose este informe al Excmo. Gobernador Civil». El siguiente documento de este expediente es del 29 de abril de 1905, y ya hace referencia a la solicitud de Juan Mestres, en calidad de administrador del Teatro Apolo, de instalar en la esquina de Marqués del Duero y Conde de Asalto «un candelabro para alumbrar como gas un letrero anunciador destinado al expresado teatro». El Ayuntamiento concedió el permiso. (Véase fachada del teatro).

Bajo la dirección de los ya citados hermanos Manuel y Ricardo Soriano, los inicios del Apolo son zarzuelas. El 16-02-1939, pocos días después de la entrada de las tropas franquistas en Barcelona, ​​Apolo ya anunciaba la reanudación de las funciones, pero en 1943 cerraba sus puertas para llevar a cabo una reforma integral del local; reabrió el 23 de diciembre de 1945. Se estrenó "Golondrina de Madrid" y "Adiós en la bohemia", obras líricas en un acto.

A finales de los años 40 y principios de los 50 este local programó cine alternando con teatro. Aquí podemos ver un programa doble del 29-30 de abril de 1950 compuesto por las películas: "Rosa de Sangre" y "De corazón a corazón".

En los años 50 Matías Colsada compra el Teatro Apolo. La revista musical triunfa con obras como "Las chicas de Colsada" , vedetes como Lina Morgan y Tania Doris y actores como Luis Cuenca, pero a lo largo de los ochenta decae.

El 23 de septiembre de 1990, siguiendo la deriva inexorable de otras salas, Apolo se derriba para reedificarse compartiendo el espacio con un hotel de siete plantas y un parking. Al reabrirse, con un aforo de 895 localidades, debe compartir, pues, el espacio vital con otros usos, evidenciando de este modo la pérdida de la hegemonía del mundo de la escena en la avenida del Paralelo. Sin embargo, las dimensiones del escenario permiten poner en escena musicales, entre los que podemos destacar "El Mikado", "Cabaret" o "Sweeney Todd". En 2021 el local sigue activo.

(Enciclopedia de las Artes Escénicas Catalanas. Compendio de la redacción de Antoni Ramon y Graells)

Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa