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Fuimos a un hotel de esta localidad a celebrar el fin de año 2013 y descubrimos este cine inactivo poco antes de llegar al Museo dedicado a Adolfo Suárez, en concreto está ubicado en la Avenida Constitución, 13. Tres de las cuatro puertas acristaladas de la fachada (curioso, ni un cristal roto), dejan ver un hall de entrada impresionante con una barra de bar muy larga, a la izquierda; a la derecha, la ancha escalera de subida a general y, al fondo, tres puertas de entrada a la sala. No faltan algunos cascotes de escayola desprendidos producto de la dejadez y de las goteras. La primera puerta de la fachada guarda la taquilla donde todavía se puede leer: `Precio de la localidad 3,50 €`, lo que quiere decir que el local tuvo que cerrar después del 01-01-2002, fecha de entrada en circulación de la moneda única europea. Tuvimos suerte al entrar a preguntar al bazar que hay enfrente, donde atiende su propietario, Luis Sastre Reviejo `Montancho`, persona afable y con inquietudes que conoce bien la historia de este cine, no en vano se crió en el bar de sus padres que albergaba antes este mismo local. La construcción del Capitol podría remontarse al año 1930 y se utilizaron piedras providentes de un convento en ruinas cercano, por tanto no existe peligro de derrumbe. El techo del hall está separado del cuerpo de la sala que es grande y con cubierta de dos aguas. Su aforo es de 619 butacas de patio y 190 de `gallinero` donde está instalada la cabina de proyección. Su dueño fue Valentín Villalba `Galbanilla`, fallecido hace pocos años, quien no escatimaba en gastos para traer a su cine las mejores películas que le facilitaba un distribuidor de Madrid, muchas de ellas al poco tiempo de ser estrenadas en la capital de España. Repasamos algunos títulos; `Los Diez Mandamientos`, `Lo que el viento se llevó`, `Ben-Hur`, `El Exorcista`, `El Coloso en llamas`, `Titanic`... Se solía programar los martes, jueves, sábados, domingos y festivos. Tuvimos la oportunidad de hablar con la Sra. Araceli, viuda del propietario, quien lamentó que ya no estuviese su marido para poder enseñarnos el cine y que tampoco se encontrara presente en ese momento alguno de sus sus hijos quiénes si que disponen de fotos del interior y de la moderna cabina, quedando en hacer lo posible para que nos remitieran a la web algunas de ellas, `ya que el local por dentro es precioso`, dijo. Sus primeros recuerdos se remontan a mediados de los 50 cuando fueron adaptadas una lentes especiales a las máquinas para estrenar el primer film en sistema Cinemascope `La Túnica Sagrada` y a la formidable refrigeración que tenía que le hacía funcionar con todo confort también en verano. Según se puede ver en las fotos, junto al Capitol se hallaba el baile veraniego del `TÍo Pirulina` (Aquí todo el mundo tiene su apodo), y a continuación estaba la sala cubierta de invierno. En ésta se instaló durante algunos años el Cine Alegría, por lo que, contando con El Cabildo, en Cebreros llegaron a coexistir tres cines a los que acudían gentes de pueblos cercanos como El Tiemblo o Hoyo de Pinares.

Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa