CECLAVÍN (Cáceres) - IDEAL CINEMA
En Extremadura llegó a haber más de 200 cines rurales. En cada pueblo había uno y en muchos, dos. A finales de 2008 sólo quedaban cinco cines de pueblo, con programación de fin de semana. En el diario Hoy.es J. R. Alonso publicó un interesante reportaje del que entresacamos algunos aspectos. El edificio que vemos en la foto fue un cine y se encuentra en un cruce de carreteras donde empatan rutas de pueblos con nombres sonoros: Pescueza, Cachorrilla, Acehúche, Zarza la Mayor. El Ideal Cinema se inauguró en la posguerra y lo levantó un empresario ceclavinero muy popular. Se llamaba Antonio Herrero y se asoció en el empeño con Mario Guillén, médico de Zarza la Mayor que ya tenía otro cine en su pueblo. Hubo un tiempo en que la sesión de la tarde del domingo se convertía en el acto social más importante del pueblo después de la misa de 12. Pero antes había muchos intermedios, uno por cada una de aquellas bobinas que llegaban en sacos de lona desde Cáceres en autobús. Además de los intermedios reglamentarios de la película, estaban los inesperados porque había un corte, porque se atascaba la máquina, o porque se iba la luz. Y es que en aquellos tiempos, la luz se iba mucho en Ceclavín: en invierno por exceso de agua y en verano por defecto. Pero daba lo mismo: un paseíto hasta La Pista, una Mirinda y vuelta al patio de butacas. Arriba, los de gallinero, que pagaban menos y no tenían para Mirinda, sin embargo se divertían de lo lindo silbando los besos 'interruptus', aplaudiendo al Séptimo de Caballería o arrojando bolas de papel a las señoritas de patio. Grandes compañías hacían su gira por estas tierras: la de Paquita Rico, espectáculos de Juanito Valderrama, Rafael Farina o Antonio Molina, estrellas como Carmen Sevilla, Lola Flores o Joselito, y otros artistas que hacían bolos invernales por los mejores cines extremeños como el Imperial Cinema de Llerena, el Molano de Arroyo de la Luz y el Melero de Arroyomolinos de Montánchez y entre ellos no podía faltar el Ideal Cinema. Por desgracia llegaron los tiempos de la emigración y 850.000 extremeños tuvieron que marcharse, y Ceclavín, que había llegado a tener 10.000 habitantes, se quedó tan solo con 3.000. El patio de butacas del Ideal Cinema empezó a quedarse medio vacío y en los 70 hubo que cerrar un negocio que ya era ruinoso. El edificio es un monumento a la emoción que se resiste a morir. Por su estética y su memoria merecía ser salvado de la piqueta y así lo entendió el Ayuntamiento que lo adquirió en propiedad en 2010 y está pendiente de rehabilitación.
Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa