CEUTA - APOLO CINEMA
Situado en la calle Camoens, esquina con Gonzalez de la Vega, éste entrañable cine encierra el recuerdo de grandes espectáculos y aún mejores momentos vividos. Es la salvación ( junto con el vecino y cercano Cervantes) de las tardes domingueras y lluviosas de nuestra querida y vieja Ciudad. Aún se hace más notable, si esa tarde, nuestra Sociedad Deportiva Ceuta juega en la Península. ¿ Dónde ir ?..............Ésta pregunta nos la hacemos cientos de `caballas` en las tardes domingueras y desapacibles donde el pasear no es posible, debido a la lluvia o el fuerte viento de levante que azota las calles. Sólo nos queda el cine. Tenemos dos opciones, Apolo o Cervantes. El Cinema Africa no se construirá hasta años mas tarde. Es curioso, pero la respuesta al.......¿ dónde ir ?..... en estos años cincuenta no se responde con un tal o cual película, sino con Apolo o Cervantes. La película es lo de menos, pues en estos años aún no existe el `autorizado para mayores`; así que podemos ir a presenciar películas como Raza, Clarines de Honor, Currito de la Cruz, Fantomas, Marianela, el Derecho de nacer, etc. La primera película calificada para mayores, vendrá años mas tarde. Se titulaba ` La Princesa Sherezade `. Si la elección es el Teatro Cine Apolo, nuestros pasos nos llevan hacia el comienzo de la calle Camoens donde se tiene acceso a la platea o patio de butacas de dicho cine. Si por el contrario, ` el presupuesto ` no da para tal lujo, nos tendremos que conformar con balconcillo o general, también llamdo `gallinero`, de precio más popular y cuyo acceso se encuentra en la adyacente calle Gonzalez de la Vega. El Teatro Cine Apolo, fué inagurado en la Feria de Agosto de 1.916 y sus propietarios eran Don Miguel Salas y Doña Luisa Gabarrón. La entrada por platea se efectúa por un magnífico vestíbulo, cortado o separado en la esquina por un rojo biombo que sirve de separación de la taquilla donde se adquiere la localidad, situada a la izquierda de la puerta de la calle. Dicho biombo separa el espacio donde se adquieren las localidades, del dedicado a la espera de función y su acceso directo al patio de butacas. El anciano, cariñoso y uniformado señor Manzanares, el portero encargado de recogernos la papeleta de acceso para ser `cortada en dos `, nos saluda con su eterna sonrisa y bondadosa expresión. El vestíbulo, donde también se encuentran los servicios, tiene sus paredes cubiertas de grandes paneles cuadrados forrados de terciopelo rojo donde múltiples fotogramas nos anuncian las películas próximas a ser exhibidas. Grandes y gruesas cortinas del mismo tejido y color nos separan del acceso directo al patio de butacas. Éste, amplio y bien decorado, con dos pasillos laterales y uno central entre las filas de los asientos, viene a rematar en su final en un foso donde se situa la orquesta cuando hay teatro o espectáculo similar. No debemos olvidar que el local es Cine-Teatro. El foso, en los dias que solo es cine, donde permanece inmutable un solitario piano, está resguardado por un grueso y hermoso cordón rojo a unos cincuenta centímetros de suelo que impide su acceso directo a él. Múltiples veces, presenciamos que despistados y deslumbrados espectadores, en la oscuridad del local y en busca de alguna butaca vacía donde aposentarse, mirando a derecha o izquierda y como única guía, la luz procedente de la pantalla, han caido en el foso entre el jolgorio de los espectadores. El piano ha parado el golpe, entre el delirio y risas de todos los presentes. Sólo es un susto, ya que la profundidad del foso respecto al ras del suelo del patio de butacas, no es muy elevada. Pero el ` numerito ` divierte. El artístico y barroco escenario está presidido en su parte superior por un esbelto relieve del mitológico dios Apolo. La pantalla donde se proyectan las películas, está cubierta por una doble cortina. Un hermoso telón rojo, que cuando se abre lentamente, deja al descubierto otro mas sutil de color blanco donde se proyectas en diapositivas la propaganda entre función y función. Recordamos anuncios de establecimientos como Casa Ros, Optica Zurita o de relojes como los archiconocidos Dogma o Cauny. sin olvidar Norit el borreguito o Gran Vino Sansón. Entrañables anuncios que conforme transcurrían, para distraernos, íbamos contando. Los domingos y festivos por la mañana suele haber teatro infantil. La gente menuda puede disfrutar de La Bella Durmiente, Blancanieves, etc, con gran regocijo de pequeños y no tan pequeños. Durante el año se representan alguna que otra obra teatral para los mayores. No faltando nunca a la cita allá por el mes de noviembre el popular y tradicional Don Juán Tenorio de José Zorrilla. Todos alguna vez hemos presenciado ésta popular obra. Ejemplo de ello es que todos los de mi generación, recordamos muchos versos de éste drama y los personajes de Don Juán, Doña Inés, el Comendador o Don Luís nos son tremendamente familiares. En éste local se presentó en nuestra Ciudad el popular Raphael en 1.962. ¡ Menudo revuelo se armó entre la juventud ceutí ! Aunque no faltaron los mayores. En el piso superior y en forma oval están situadas las localidades de balconcillo y general. Su taquilla de despacho de localidades y la entrada de acceso se encuentran en la anteriormente mencionada calle de Gonzalez de la Vega. El balconcillo, como su nombre indica, es la primera y más baja fila de asientos, resguardada por una artística barandilla de hierro forjado y pintada de color crema y con el pasamanos o barandilla de madera barnizada. Todos los asientos, así como las escaleras, pasillos y accesos son de madera. Es por esto que el ruído es estruendoso en los dias de mayor afluencia de público en las apresuradas carreras para poder elegir los mejores sitios. La primera película en 3 - Dimensiones o relieve, se proyectó en éste local y fué un verdadero acontecimiento. Junto con la entrada te entregaban unas gafas para poder presenciar la película, ya que sin ellas era imposible contemplar tan singular y novedosa técnica y disfrutar de sus magníficos efectos. La entrada de general costaba 15 pesetas y la película se titulaba ` Forty `, cuyo argumento era la independencia de los Estados Unidos de la ` Imperialista ` Inglaterra. Fué un éxito total. El público llenaba a diario la sala durante todos los dias que se proyectó. Después, debido al éxito, hubo una segunda proyección con tal sistema. Los crímenes del Museo de Cera. Se formaba una enorme cola de gente que se extendía por toda la calle Gonzalez de la Vega, pasaba ante el edificio de Correos y llegaba hasta la calle Cervantes. Mientras se guardaba paciente cola, una enérgica y simpática vendedora de caramelos y chiclets Bazooca, llamada África, hacía que la espera resultase más entretenida y soportable. África, siempre de broma, con sus dimes y diretes u ocurrencias, hacía las delicias de todos. Ésta peculiar mujer, capaz de achantar al más pintado, nos hacía reir con ganas. ¿ Quién no recuerda a ésta intrépida África los mismo vendiendo caramelos y golosinas, que con una carretilla con rodamientos, repleta de garrafas , repartiendo agua por nuestras calles, abriéndose paso con un silbato como si fuese un guardia urbano ? África, mujer de fuerte carácter y personalidad, pero llena de tremenda humanidad y con un corazón que no le cabe en el pecho. Donde quieras que te encuentres querida Afriquita, siempre estarás en los corazones y en el recuerdo de tantos `caballas` que tuvimos el honor de conocerte y tratarte. En estos años, es muy peculiar hacer de la fachada del cine un decorado que anunciando no sólo el título de la película, nombre de los actores y demás, sino el tema o argumento del film a proyectar. Tenemos que recordar especialmente el montaje con motivo del estreno de la película Ivanhoe, interpretada por Robert Taylor. Gracias al ingenio y talento del añorado y recordado Pepe Garzón ( años mas tarde artífice de diversas carrozas que desfilaron en cabalgatas ), se transformó toda la fachada del Cine Apolo en un magnífico castillo medieval donde no faltaba el más pequeño detalle. Desde las almenas hasta el puente levadizo, pasando por gallardetes y estandartes. Creó el ambiente del medievo con una decoración fenomenal e insuperable, basada simplemente en cartón piedra, madera y pintura. Todo un logro en ésta época de penuria y escasez de medios, tanto técnicos como económicos. Así es el Teatro Cine Apolo, así es su ambiente, así es su gente, así era hace ya, muchos, muchísimos años.
Texto e imágenes del Blog: http://ofelio.blogspot.com.es/2011/06/teatro-cine-apolo.html
Colaborador: Paco Moncho