JAÉN - CINE ROSALES (antes JALISCO) de verano
Este bonito enclave de la emblemática calle Martínez Molina, ahora plaza de Rosales, era en 1611 un solar situado entre el mercado de San Pedro y el de la Ropa Vieja donde comenzaría a construirse el Convento de la Virgen de la Coronada que fue regentado por los Carmelitas Descalzos y que en 1838 se convertiría en prisión correccional hasta el año 1930. Terminada la guerra civil el antiguo edificio, que había quedado muy deteriorado, fue derruido, siendo conocido el paraje a partir de entonces como `Cárcel Vieja`. Después el solar sería circundado por altos muros a fin de alojar en su interior unos grandes depósitos que no tardarían mucho en ser desalojados para su traslado fuera del recinto urbano.
Dentro del espacio resultante pasaría a instalarse el CINEMA JALISCO, de la empresa Oya, del que no se ha hallado documentación. En el verano de 1947 es detectado en la prensa local por vez primera. Lo curioso es que estaba especializado en programar películas mexicanas que por entonces estaban de moda.
En fecha 14 julio de 1956 la misma prensa anunciaba la apertura del nuevo CINE ROSALES regentado por la empresa Norysur. La verdad es que el lugar tenía bastante vegetación, olía a Jazmín y era fresquito, pero resultaba algo incómodo para la visión -mucho más de un niño- ya que el suelo de gravilla donde se asentaban las sillas de enea carecía del declive suficiente. Éstas se alineaban en diferentes apartados delimitados por vallas de madera pintadas de color verde; en la parte de atrás se ubicaba la general que tenía su propia puerta de acceso y desde la que se divisaba el paisaje que vemos en una fotografía b/n. Creo recordar que luego estaba la parte intermedia para sillas de preferente y por delante las sillas de patio. Ambas puertas estaban casi juntas al lado mismo de las taquillas instaladas en el centro de la fachada. La parte opuesta a ésta quedaba delimitada por la trasera de varias edificaciones particulares, construyéndose aquí los servicios sanitarios. La cabina de proyección, en una caseta en alto, estaba limitando con la calle del Carmen, donde había una puerta que rara vez se abría. Por cierto, durante varias temporadas la cabina estuvo a cargo de mis, luego amigos, los hermanos Andrés y Manolo Rivas. Y el grato recuerdo de una emotiva película de las llamadas toleradas, `Marcelino pan y vino`, que tuve el placer de ver junto a mis padres y hermana.
Y un suceso lamentable; en la madrugada del 12 de diciembre de 1957 la pantalla de hormigón de considerables proporciones situada al borde mismo de la estrecha calle Barranco de la Coronada (ver foto actual de Google) cedió a la presión del fuerte viento y cayó encima de las viviendas que allí había, aplastándolas y ocasionando víctimas. Dos años después, en concreto el 1-12-1959, este típico y peligroso viento jiennense de 120 k/hora logró abrir la puerta principal de la catedral doblando los barrotes de hierro que la sujetaban, haciendo sonar, incluso, los tubos del inmenso órgano. La temporada de 1958 el Rosales estrenó nueva pantalla construida sobre un habitáculo que le servía de sujeción, además de guardar la debida distancia con la calle.
Este cine cerró al finalizar la temporada de 1981, cuando programaba una sola función a las 10 de la noche en una época en que el aparato de video ya estaba e los hogares y bastantes años después de haberse quedado solo en una amplia y típica zona urbana; Barrio de La Magdalena, San Andrés, San Juan, Los Caños..., que antes le disputaba el Cine San Lorenzo. Muy pronto sería plaza pública. En 2012 el Ayuntamiento planeó celebrar sesiones de cine al aire libre en el lugar, pero no se llevó a efecto.
Imágenes y textos aportados por Severiano Iglesias Tortosa. (Prohibida la reproducción total o parcial)