TERUEL - TEATRO CINE MARÍN
El Teatro Cine Marín de Teruel, ubicado en la Plaza San Juan, 2, fue construido a iniciativa de Círculo de Recreo Turolense en 1918, y lleva el nombre del insigne tenor local Andrés Marín. Se trata de un precioso recinto diseñado por el arquitecto modernista Pablo Monguió, que se inspiró en el mudéjar de la ciudad. El edificio fue destrozado en 1937, por los bombardeos durante la Guerra Civil, pero se rehabilitó en 1970 y se terminó de modernizar en 1998, reduciendo su aforo para mayor comodidad del público. gracias a los desvelos de la sociedad del Casino, como se conoce aquí, el Marín siguió en activo programando regularmente cine y espectáculos de artes escénicas. Su aforo es de más de 800 plazas entre platea, palcos laterales y anfiteatros y responde a la tipología de `teatro a la italiana` destacando su cielo raso policromado. Según datos oficiales, la fachada principal presenta una composición ecléctica que conjuga la mampostería propia de la arquitectura regionalista turolense con ladrillo cara vista. Se complementa con la entrada al Casino organizando un cuerpo elevado a modo de torreón inspirado en los antiguos palacios aragoneses. El acceso al Casino se realiza a través de un gran arco de medio punto. Después de unas pinceladas arquitectónicas entramos en materia. Con la llegada del Cinematógrafo el local pronto sería adaptado como sala de proyecciones pues en los felices años 20 el cine silente hacía furor entre el público. Y la historia se repite; años de esplendor desde finales de los 40 y décadas 50 y 60 en que este local estuvo ligado al Cine Victoria a través del mismo empresario, Ezequiel Larred, intercambiando películas entre si, si bien éste era el que servía de estreno, como podemos comprobar en los prospectos de mano que se exponen. En los 80, llegada de la crisis provocada por el vídeo casero y empuje inmobiliario y taquilla de teatro emblemático que se resiente gravemente. Sin embargo la sufrida por el Marín es distinta a otros locales de España, por su longevidad, ya que aguantó hasta finales de diciembre de 2013, a pesar de que en alguna sesión contó con un solo espectador. Dicen que tampoco funcionó la selección de películas, muy marcada por las condiciones de las productoras cinematográficas. Además de esto, la sociedad del Casino, propietaria del local, está también en crisis económica y la sala debería acometer el cambio de los proyectores para adaptarlos a la tecnología digital, lo que era, y es, un gasto inasumible. Es muy difícil pues que, como cine, vuelva a funcionar. El ayuntamiento, que ya colaboró en su día, lógicamente está a la expectativa pues se trata de la única sala de Teruel capaz de acoger determinados espectáculos.
Imágenes y texto de Severiano Iglesias
Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa