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El Coliseum abrió sus puertas dos años después de haberlo hecho el Regio. Se inauguró el 21 de marzo de 1932 como Cine, a diferencia del Regio que lo hizo como Teatro, con el filme Don Q, el hijo del Zorro, película muda, dirigida por Donald Crisp en 1925. En sus comienzos ofreció títulos como: El desfile del amor, 1929, de Ernst Lubitsch, proyectada en octubre de 1933; El eterno don Juan, 1931, de A.A. Gentile, en abril de 1933; Honrarás a tu madre, 1931, de Henry King, en abril de 1933; El hombre que asesinó, 1931, de Dimitri Buchowetzki, en diciembre de 1933; Labios sellados, 1931, de Max Gasnier, en septiembre de 1933; Lo mejor es reír, 1931, de Florián Rey, en octubre de 1933. En 1943 Antonio Calatayud, su propietario, solicitó autorización para realizar obras y poder utilizar el edificio "para representaciones teatrales y de varietés"17. La inauguración oficial como Teatro fue el 4 de abril de 1944, con la Compañía de Revistas del Maestro Alonso, que puso en escena la obra Luna de miel en el Cairo18. La autorización con carácter definitivo llegó el 14 de junio de 1944. Dos años después, en 1946, Antonio Calatayud Tormo arrendó el Cine Coliseum a Alfonso Guixot Guixot, industrial del espectáculo de Alicante, por un periodo de seis años. Pero dos años antes de terminar el contrato Guixot abandonó el Teatro por falta de rentabilidad. Así las cosas, la segunda mitad del siglo XX comienza con una reforma del Coliseum para mejorarlo. Se empezaron las obrasen 1952 y, un año más tarde, información de Archivo, fechada el 27 de febrero de 1953, nos dice: [...] en esta finca se han verificado obras de reforma consistentes en la mejora de la sala de butacas, modificación de la pendiente para conseguir una mayor visibilidad, colocación de placas de corcho para mejorar las condiciones acústicas, escayolas para renovar la decoración y una pequeña mejora y reforma en el vestíbulo; además se ha construido una sala de fiestas en planta principal y asignan un valor a las obras realizadas de 50.000 pts. El decorador encargado de la misma fue Dolz, director de la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia. Se hicieron las dos hornacinas laterales del escenario, así como la decoración del techo en el que se incluyó una lámpara, diseñada por Diego Calatayud Toledo, hijo del propietario. La cabina de proyección fue dotada de las nuevas técnicas, entre ellas cinemascope. Se dispuso de objetivos alemanes y sonido estéreo Phillips. Hasta este momento, en el primer piso del edificio se encontraba la vivienda familiar. Tras la reforma, esta vivienda pasó al segundo piso y en el primero se construyó un salón de 400 metros, "sala de fiestas" según aparece en la cita anterior, dedicado a la celebración de banquetes; el encargado del mismo fue Víctor Millán. En la fachada se colocó una marquesina, con el fin de proteger de la lluvia a los que acudían al cine o al teatro. La fachada se revistió de marmolita y se pusieron unas vitrinas cerradas para las carteleras. Esta segunda etapa se inauguró con la proyección de la película de aventuras submarinas La sirena de las aguas verdes, dirigida por John Sturges en 1955. El Coliseum funcionaba como Cine y como Teatro; cuando actuaban Compañías de revista y comedias, el representante local de la Sociedad General de Autores de España en 1954, Pascual Martínez Martínez, debía fiscalizar la taquilla para liquidar los derechos de autor a un tanto por ciento. Con anterioridad, el representante local había sido Virgilio Arteaga En 1972, el Ayuntamiento solicitó a Antonio Calatayud certificación que indicase la solidez y seguridad del edificio, así como el estado de carga y funcionamiento de los extintores de incendios. Todo ello fue certificado por Miguel López González, doctor arquitecto, y visado por el Colegio Oficial de Arquitectos de Valencia, con fecha 7 de marzo de 1972. En 1973 el Impuesto sobre espectáculos que se satisfizo ascendió a 36.816 pts. En 1974 el aforo del Teatro era el siguiente: Butacas,762; delantera general,  111; general, 200. Total, 1.073. El número de las funciones o pases que se realizaron en este año ascendió a 175. El Impuesto sobre espectáculos sumó 50.000 pts., según convenio. En 1975, el número de funciones o pases fue el mismo: 175.

Colaborador: Paco Moncho