BARCELONA - CINE EL BARCO

*1963.- Vista aérea del entorno de la actual plaza Llucmajor con el futuro Parque de la Guineueta (aún por urbanizar) a la derecha y el Instituto Mental de la Santa Cruz a la izquierda. Encuadrado en rojo se puede ver la silueta del cine El Barco. (Foto: TAF / ANC. Pulse sobre la imagen para ampliarla)

*1963.- El cinema El Barco, encuadrado en amarillo, en una ampliación de la primera fotografía. (Foto: TAF / ANC. Pulse sobre la imagen para ampliarla)

Ni el gran historiador cinematográfico Juan Munsó Cabús pudo precisar con exactitud el año en que se abrió El Barco, una de las salas históricas del barrio de la Guineueta tocando en la plaza de Llucmajor. El trabajo de investigación de Munsó [1] concluye que inicialmente se habilitó una pista de baile al aire libre, ideal para las noches de verbena, en la calle de la Selva. Unos año después fue cubierta y convertida en sala y transcurridos todavía unos años más fue levantada la sala de cine en la calle Eduard Tubau, al otro lado de la isla. Como la sala de cine era sensiblemente más alta que la sala de baile y su apariencia externa evocaba una embarcación, el público comenzó a llamarla El Barco y la propietaria del recinto, Paula Pinazo Lloret, optó por ponerle oficialmente este nombre, todo decorándola incluso con motivos marineros.

Roberto Lahuerta, estudioso de la historia de las salas de cine del distrito de Nou Barris, pudo localizar a los Archivos Municipales la memoria descriptiva y los planos del proyecto presentados al Colegio de Arquitectos el 5 de enero de 1942
Aparte de las proyecciones de cine el local fue famoso por sus varietés. El Barco era un local muy popular donde los días no festivos el público se podía llevarse la cena y la señora de la taquilla y el acomodador eran matrimonio [2]. En aquellos primeros años, por un precio de cuatro pesetas, se podían ver dos películas y un espectáculo de variedades entre los dos filmes. Artistas entonces emergentes como Antonio Molina, Manolo Escobar o Antonio Machín pasaron por El Barco.

* 1946 / 1947.- Programas de cine y variedades en El Barco.

Hasta 1958 cambió de propietario al menos ocho veces y sólo se estabilizó cuando el negocio fue a parar a manos de la pareja de empresarios Joan Pagès y Jaume Fontanils. A partir de entonces El Barco empezó a ser un local rentable de lo que decían que programaba como aptas para todos los públicos todas las películas que proyectaban, con independencia de su calificación moral oficial. Las programaciones eran un revoltijo donde se podía encontrar de todo. Desde funciones de cine infantil hasta picantes actuaciones de vedettes de revista.
La historia de esta mítica sala se cerró para siempre el día de San José de 1969.