CAZORLA (Jaén) - TEATRO CINE LA MERCED y otros

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Según recoge Ignacio Ortega en su libro en las ferias de 1899 y 1900, y pese a ser Cazorla entonces un pueblo aislado por su geografía, ya se ofrecieron las primeras proyecciones del cinematógrafo `Pantascopio` en una barraca. A este siguió el empresario Ángel Benavides quien en 1902 introduciría el cine en esta ciudad utilizando el moderno `Animatógrafo` y tiempo despues se estrenaría la película coloreada `Un Idilio de Amor`. Pero no queda ahí la cosa; en 1905 ya hubo un intento de sonorizar las películas con el `Fonobiograph`; todo un hito. Y fue el cazorleño Fidel Láinez el que desarrolló y prolongó el cinematógrafo de forma continuada en su famoso barracón hasta 1933. Estos dos pioneros dieron a Cazorla un apogeo en el cine como no tuvo otra localidad de la provincia de Jaén. En el Teatro La Merced, de propiedad municipal, también el novedoso invento tendría actividad en estos primeros tiempos, sobre todo durante los inviernos, de la mano de su arrendatario Adolfo del Río que se asoció con el Sr. Banavides. En la primera década ya estrenaría `El Valle del Infierno`, incluso antes que en Madrid, y en 1913 `Quo Vadis`, film de 2250 metros y dos horas de duración. En tiempo de verano la actividad continuaba en el llamado `Gran Pabellón Cinematográfico`, regentado por este ultimo e instalado en el `solar de don Alfredo`, u otro instalado en la calle Corredera. El Teatro La Merced y el Ayuntamiento comparten el edificio de lo que fue un convento del siglo XVI; la capilla sería ocupada por el teatro-cine (ver foto) y conocería su época de mayor esplendor en la segunda mitad del siglo XX con un aforo de 280 localidades. A lo largo de su vida sufriría varias reformas, la más importante entre 1947 y 1951, y otras leves en 1966 y 1970, funcionando en estos últimos tiempos solo como cine. Foto 2, interior del local a principios del siglo XX.

Imágenes y textos aportados por Severiano Iglesias.