CORIA DEL RÍO (Sevilla) - TEATRO-CINE QUEVEDO (antes Teatro Luna)

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A lo largo de los años en esta bonita localidad existieron bastantes corrales de vecinos que permitían a familias con baja renta disponer de una vivienda. La mayoría solían girar en torno a un patio central y a su alrededor se situaban las viviendas de los distintos inquilinos del mismo. Casi todos los corrales tenían una serie de espacios comunes, tales como un pozo, retretes y lavaderos. El último corral de vecinos que existió en Coria fue el del Pitero, edificación cerrada de una sola planta, cubierta a dos aguas de tejas árabes y paredes encaladas, disponía de varias puertas, con cancelas, recayentes a las calles de Cervantes y Antonio Pérez (casco antiguo), siendo construida en 1892 para Mercado de Abastos que no duró mucho tiempo. Después el interior fue acondicionó para dar cabida al Teatro Luna, posteriormente conocido como Teatro Quevedo con capacidad para 500 localidades. Durante las ferias se celebraban en él actuaciones de de teatro o zarzuela a cargo de compañías ambulantes. Según la web `Páginas Corianas`, en 1909 el pueblo vería por primera vez el alumbrado eléctrico, y en esta época comenzarían a darse funciones públicas de cinematógrafo durante la feria, pagadas por el ayuntamiento, al aire libre en el Prado de la Soledad a la que niños y mayores acudían con sus propias sillas. Las proyecciones se hacían con la máquina de cine desde detrás de la pantalla constituida por un gran lienzo blanco dispuesto en un bastidor provisional, todo aportado por un ambulante del recién estrenado negocio del cine. No tardaría mucho el Teatro Quevedo (luego Salón Quevedo) en ser adaptado para proyectar cinematógrafo, teniendo gran actividad en las décadas siguientes del siglo XX de la mano de su popular gestor Manolito Lama, hasta cerrar sus puertas en los años 70. Según cuenta Carlos Lobato en ABC, `fue un lugar donde pequeños y grandes asistíamos a sus espectáculos diarios desde el cine mudo hasta las mejores películas de la época, amén de funciones de teatro o espectáculos folclóricos. Un local que los corianos siempre recordarán con Juan Toro acomodando al público`. En agosto de 1993 el lugar fue demolido para construir nuevas edificaciones, como era la obsesión en aquellos tiempos.

Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa