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La industrial ciudad de Elda, con sus 20.669 habitantes en 1950 y 53.117 en 1980, tuvo en su momento una gran cantera de salas de cine bastante más amplia que otros grandes núcleos de población, incluso capitales de provincia como Jaén, Badajoz o León, que sin embargo contaban y cuentan con el doble de habitantes. Los cines clásicos son una especie casi extinguida y las multisalas llevan el mismo camino. La decadencia comenzaría en 1980 con la llegada al mercado del vídeo casero. El problema es que hoy en día cada hogar estructurado del planeta tiene instalado en su seno su propio local cinematográfico; allá donde exista un televisor, reproductor u ordenador hay un cine particular que permanece abierto a cualquier hora y las películas están a la orden del día, incluso se regalan con el periódico. La lista de locales, sólo de Elda, es densa: Terraza Coliseo, Ideal, Gloria (Paz), Terraza Cervantes, Plaza de Toros, Roxi... éstos de verano, y luego estaban los permanentes: Castelar, Coliseo España, Ideal, Cantó, Alcázar, Gloria, Cervantes, Lis, Rex... En 1995 en Elda sólo quedaban abiertos los tres últimos cuando la empresa Cines Mayor, S.L. decidió abrir tres modernas salas con tecnología punta en la Plaza Mayor, nº 6, en base a criterios comerciales que estaban todavía vigentes y previendo, como así resultaría, que la ciudad se iba a quedar sin cines de pantalla única. Lo que no pensaban sus promotores es que la crisis del sector también les alcanzaría a ellos y tendrían que echar el cierre por falta de clientela a comienzos de enero de 2003. Para los más forofos todavía quedan las salas múltiples abiertas en los centros comerciales de la vecina Petrer. Algunos se rasgan las vestiduras, pero este parece ser un proceso irreversible. Como ha pasado en tantas otras ciudades, el Ayuntamiento de Elda, que con dinero público ya reflotó locales emblemáticos como el Teatro Castelar, además de construir una polivalente Casa de Cultural, en 2006 estaba empeñado en invertir lo que al parecer no tenía en un negocio que había resultado ruinoso. La crisis económica haría desistir a sus gestores de la adquisición de los Cines Plaza que a una década de su cierre siguen todavía en el aire.

Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa