iglesia de San Nicolás en parte del jardín de Valentín Ayuso), cuyo propietario y primer empresario fue Marcelino Gómara, uno de los pioneros del negocio del cine en Guadalajara. Reformado en 1933 por el empresario Florencio Perrote, se convirtió de inmediato en el Cine Novelty (conocido popularmente como La Bombonera) y en el periodo republicano canalizó un público de clase media. En 1936 sufrió un incendio que afectó gravemente al escenario. Durante la guerra fue rebautizado como Cine Isabelo Romero y después de este periodo pasó a denominarse Cine Imperio, con el que ha llegado hasta nuestros días, si bien se encuentra cerrado desde hace años, en un estado de total abandono y bajo permanente amenaza de demolición, la cual ha sido llevada a cabo ahora por mandato del Ayuntamiento de Guadalajara.

Colaborador: Davalet