MADRID - CINE TEATRO FIGARO
En la céntrica calle del Doctor Cortezo nº5, frente al Ideal Cinema y el Frontón Madrid, un poco más abajo del Teatro Odeón ( hoy Calderón) y en un solar donde hasta el momento se habían instalados unas barracas de feria llamadas las Grutas del Miedo y el frontón Moderno, se levantó bajo un proyecto del arquitecto Felipe López Delgado y el constructor Manuel López Sierra, un singular edificio destinado en principio a cinematógrafo y al que se le pretendía llamar "Cine Moderno" como su antecesor.Cuando el proyecto ya estaba muy avanzado, su propietario el Sr. Ildefonso Anabitarte decidió que se transformara para darle más amplitud a su escenario, convirtiéndolo de esta forma en un espacio polivalente, cine-teatro. Al parecer, el cambio no fue tomado del todo bien por el arquitecto, ya que tras ocho meses de construcción el edificio estaba muy definido y la estructura ya estaba consolidada; gran parte de los muros de fábrica ya se habían levantado, a pesar de ello el proyecto se varió.El edificio se construyó en un solar de forma rectangular irregular contando su lado más largo con 12,60 metros correspondientes a la calle del Doctor Cortezo, levantándose en tres alturas, más sótano donde se instalarían la caldera y sistemas de ventilación. Para su fachada el arquitecto eligió el racionalismo y con una sencillez brillante creó una mágnifica portada que estaba compuesta principalmente por un alto zócalo de granito natural negro "Atltas". Sobre las puertas de entrada al local, se construyó una esbelta, sencilla y curvada marquesina que mediante un sistema de iluminación se enlazaba con la parte alta del edificio. En la parte superior se definieron dos paños lisos pintados originalmente en beige y un tercero de ladrillo rugoso que se extendía sobre parte de la marquesina. En lo más alto de su fachada se colocaron unas gigantescas letras con el nombre del local que finalmente se bautizó como Fígaro, seudónimo que utilizaba Mariano José de Larra y que fue otorgado por los hermanos Álvarez Quintero.Se tenía acceso al inmueble por tres huecos, uno de entrada de espectadores, otro de salida y desalojo de la sala y un tercero de acceso directo a una escalera de servicio a camerinos y escenario.En el primero de los huecos que estaba destinado a entrada de espectadores, se encontraban las taquillas; al fondo la puerta de entrada al local. Todo este vestíbulo se iluminaba de forma indirecta y junto a la marquesina y las altas letras era el verdadero reclamo del Cinematógrafo. Al acceder por esta puerta de entrada comunicábamos directamente con uno de los vestíbulos que se encontraba tras el patio de butacas y desde donde arrancaba un tiro de escaleras al piso superior, en el que además se encontraban tres puertas de acceso a la sala, de las que partían los tres pasillos, dos laterales y uno central que separaban los grupos de localidades...
Colaborador: Davalet