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Entre los cines que más tiempo sobrevivieron en Sevilla destacó hasta no hace aún muchos años la sala Bécquer, situada en la calle del mismo nombre y a tiro de piedra de la Basílica de la Macarena. La historia del cine Bécquer se remonta al año 1940, cuando el empresario Agustín Jiménez Trujillo hizo construir una sala por mediación de la popular empresa Agromán, Empresa Constructora, S.A.; mientras que los trabajos corrieron bajo la dirección de los arquitectos Felipe y Rodrigo Medina Benjumea. Este último, autor de la Estación de Autobuses de Cádiz y del edificio de cocimiento de la Cruz del Campo, realizó en este cine una notable obra del racionalismo en Sevilla. La nueva fábrica sustituía a un espacio que ocupaba una vieja pista de tenis. La obra constituía un aprovechamiento del ángulo de la manzana, creando una composición plástica y orgánica única en nuestra ciudad. Los cines Victoria y Florida, inaugurados entre 1939 y 1940, respectivamente, compartían ideas similares en su construcción. El Bécquer fue realizado en hormigón armado, mientras que la decoración pictórica interior corrió a cargo del pintor sevillano Manuel Corrales (+1975). El cine Bécquer cumplió a su perfección durante 60 años su función de cine de barrio: Su fachada, muda expectadora de caminos cofrades, mientras su esquina a Fray Luis Sotelo se hizo popular con los años ( `La esquina del Bécquer`), lugar de espera y encuentro de amigos y de novios. Zona de talleres de bicicletas y motos, ferretería y tienda de alimentación. La Resolana, solitaria en los 70 se ve desde la esquina un domingo....

Imágenes y texto de la web SEVILLA DESAPARECIDA.COM

Colaborador: Paco Moncho