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Esta localidad de más de 14.000 habitantes también ha vivido su particular vía crucis con sus cines. En el diariodemallorca.es, de fecha 20-07-2008, se escribía: `Los nuevos tiempos y las multisalas de Palma hacen inviable el regreso del cine a Sóller. En los años dorados esta ciudad llegó a tener hasta cinco pantallas que ofrecían una programación regular. Locales como el Alcázar, el Fantasio, el Defensora Sollerense, el teatro Victoria o el Patio Fantasio son hoy testimonios mudos de un pasado de película. Sólo el teatro Victoria, el Defensora Sollerense y el Fantasio se salvarán de la demolición. El Alcázar, el teatro de mayor envergadura que jamás tuvo Sóller, tiene sus días contados. Con sus 1.100 localidades fue el último cine del municipio en cerrar sus puertas, en 1996, bajando el telón a una historia que arrancó en plena República. A principios de los años treinta Cinematografía Marqués, una empresa de Sóller, decidió construir un teatro que debía llamarse Kursaal. Sería el primero y único de esta ciudad que dispondría de pantalla panorámica para la proyección de películas en Cinemascope. El 18 de abril de 1933 levantó el telón con la proyección de la película `El caballero de la noche` y sus funciones se prolongaron a lo largo de 63 años. Tras el cambio de régimen pasó a llamarse Alcázar. Además de la proyección de películas, en su escenario se representaron obras de teatro, espectáculos musicales y se celebraron multitud de eventos desde la lectura del pregón de fiestas a la investidura de las Valentes Dones. En sus paredes todavía retruenan algunos de los debates y mítines políticos que se celebraron en su interior como el de `Túnel sí, túnel no` a mediados de los ochenta.` En 2013 el local sigue cerrado y amenazando ruina a la espera de que la piqueta haga su trabajo.

Colaborador: Severiano Iglesias Tortosa